Los sábados de diciembre han iniciaron con un sabor especial. Nuestras horas y voluntades se han transformado en una fuente de amor y esperanza.
El sol empezó a calentar a Santo Domingo y nosotros nos disponíamos a realizar la hazaña del día: Visitar el Hospital de discapacitados en el km. 28 de la Autopista Duarte. El programa tenía varias actividades y en el punto de reunión empezaban a llegar los voluntarios.
Parte del Equipo |
Durante la fiesta |
A las 10:00 a.m. llegamos, las sabanas verdes colocadas en la entrada, nos dieron la señal. La convocatoria y los ánimos estaban elevados. Al entrar nos dimos cuenta de que el lugar estaba más limpio que de costumbre, mientras tanto algunos de los pacientes aguardaban en sus camas tranquilos.
Comenzamos a organizar todas las donaciones que recibimos. Los grupos se dividieron en varios equipos y empezó la faena. Algunos cocinaban, otros pintaban, armaban la fiesta y animaban el ambiente para los protagonistas del día.
Nos reímos bastante con las ocurrencias de los muchachos, especialmente con Winter, Ely, Joel y Soledad quienes posaron a las cámaras como grandes estrellas de Hollywood. La participación activa de Arlette, Cecilia, Laura, Ruddy, Raúl en el mural fue notable. Los chicos del departamento de Humo y grasa (Cocina) se fajaron: María, Rosa, Eric, Alexandra. El equipo conformado por Gisela lázala, Agueda Angeles, Don Enrique animaron a todos, repartiendo la comida, orando y bañando a todos los pacientes.
Los empleados del Hospital dieron muestra de interés y colaboración con nosotros. En horas de la tarde recibimos un grupo de jóvenes que animaron la fiesta y entregaron los regalos. No hubo un alma que no sintiera la buena energía y el regocijo de servir a los demás nuestro tiempo, el bien más preciado que tenemos como mortales.